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Sobre lo correcto, lo incorrecto y lo simplemente posible en el uso del lenguaje

Hermione Granger nos enseñó dos cosas: a pronunciar bien los hechizos, y a defender el uso correcto del lenguaje incluso cuando nadie lo pidió. Pero… ¿qué significa “correcto” cuando hablamos de lengua? ¿Quién decide si se dice la sartén o el sartén, la mar o el mar? Spoiler: no es tan simple como creés.


¿Existe realmente “el español correcto”?

En lingüística, lo que muchas veces se considera «correcto» o «incorrecto» en una lengua no siempre es una cuestión de lógica… sino de convención, historia, y sobre todo, prestigio social.

Hay una diferencia fundamental entre:

  • Norma prescriptiva: lo que se “debería” decir, según academias, manuales o estilos formales.

  • Norma descriptiva: lo que realmente se dice, cómo se usa el idioma en distintas regiones, edades y contextos.

La norma prescriptiva es la Hermione del español: cuida, corrige, y a veces exagera. La descriptiva es más como Hagrid: acepta todo mientras se entienda.


El caso del género gramatical: ¿el sartén o la sartén?

Una fuente clásica de confusión son los sustantivos con género variable o debatido. No siempre hay una lógica natural, pero sí mucha historia.

🔹 El sartén / La sartén

Ambas formas existen, pero la sartén es más común en España, mientras que el sartén predomina en América Latina. La RAE acepta ambos, aunque recomienda «la sartén» (por su origen femenino en el latín).

🔹 El agua / La agua

Se dice el agua, no porque “agua” sea masculina, sino por una regla de eufonía: evitamos dos sonidos “a” fuertes seguidos. Pero si hay un adjetivo en medio, vuelve el femenino:

«El agua fría» / «Esta agua está clara».

🔹 El mar / La mar

Ambos son correctos. “El mar” es lo común hoy. “La mar” sobrevive en la poesía, la náutica y en algunas zonas de España, como Galicia. En realidad, «mar» era femenina en latín (mare), y fue cambiando.

🔹 El azúcar / La azúcar

Otra joya eufónica. Se dice “el azúcar”, pero puede llevar adjetivos femeninos o masculinos:

“El azúcar blanca” / “El azúcar moreno”.

🔹 El Internet / La Internet

Ambos son usados. “Internet” no tiene género propio porque es préstamo moderno, y varía según el país. En general, en América se prefiere el Internet, en España la Internet.

🔹 La barquilla / El barquillo

No es cuestión de género gramatical, sino de significado distinto:

  • Barquillo: hojaldre enrollado, típico de helados.

  • Barquilla: recipiente o forma, también usado para helados, pero más común en el Caribe.


¿Y entonces, quién tiene razón?

La respuesta honesta desde la lingüística es: depende del contexto.
No es lo mismo escribir un ensayo académico, hablar con un cliente, que estar en casa con amigos. Lo que se llama “error” en un aula puede ser variante dialectal, innovación o simple eufonía en otro contexto.

Corregir a alguien puede ser útil, sí, pero también puede ser una forma de excluir, jerarquizar o ridiculizar. Y eso también habla.


La lengua está viva… y eso es mágico

Así como los hechizos necesitan pronunciación exacta en Hogwarts, en la vida real el lenguaje tiene sus zonas grises. Pero ahí está su riqueza: cambia, se adapta, se contradice.

Cada vez que alguien dice “la mar está brava” o “me gusta el azúcar morena”, no está cometiendo un error. Está mostrando cómo su comunidad, su historia y su identidad viven en cada palabra.


¿Te han corregido alguna vez por decir “el sartén”? ¿Hay palabras que usás distinto a como te enseñaron?
Contame en los comentarios o sugerime más ejemplos para explorar juntos.